jueves, 2 de julio de 2009

Wolfram Alpha quiere resolver sus problemas matémáticos

Por Carl Bialik (The Wall Street Journal)

Es la herramienta que hubiera deseado tener en su clase de matemáticas en el colegio.

Wolfram Alpha, un nuevo motor de búsqueda, ha sido evaluado por expertos de Internet por su potencial para competir con Google. Pero en realidad es una mayor amenaza para las calculadoras y los currículos de ciencia y matemáticas. Teclee una fórmula química para, por ejemplo, la cafeína, y le dirá todo sobre esta, desde su peso molecular hasta el diagrama de su estructura. Ingrese una derivada, una fija en las clases de cálculo, y determinará los resultados.

Los profesores de matemáticas señalan que el software, que incorpora elementos de programas patentados costosos y los hace accesibles gratuitamente en Internet, tiene el potencial de darles a los estudiantes poderosas nuevas herramientas. Algunos dirían que demasiado poderosas. Los alumnos flojos podrían tomar atajos, mientras que los maestros dedicados se romperían la cabeza modificando sus tareas y exámenes en respuesta a las innovaciones de Wolfram Alpha.

"¿Para qué molestarse en aprender información que puede ser goo‐gleada cuando se necesite?", se pregunta Bruce Yoshiwara, un profesor de matemáticas del Los Ángeles Pierce College. "¿Y para qué dominar un algoritmo matemático cuando el poder computacional está siempre a mano?", añade. "Wolfram Alpha reforzaría la devaluación de conocimiento de la generación del milenio".

Para Stephen Wolfram, funda‐dor y presidente ejecutivo de Wolfram Research, tales preguntas reflejan un progreso, no una falta de ética de los estudiantes de hoy en día. "Si hay una constante en el progreso, es que siempre podemos seguir automatizando cosas", recalca. Al automatizar el trabajo pesado, Wolfram Alpha crearía posibilidades de exploración en un nuevo nivel, dice.

Al menos esa es la idea. Los matemáticos y los estadistas que han probado Wolfram Alpha no se pusieron de acuerdo sobre si el nuevo motor es algo bueno para la educación, pero casi todos le encontraron por lo menos un problema. A veces se confundía ante ciertas preguntas. Otras veces no tenía idea de importantes principios y teoremas matemáticos. También le faltan algunas importantes estadísticas sociales como el número de muertes por gripe o el Producto Interno Bruto por provincia.

Este último dato normalmente no forma parte de los exámenes de matemáticas, pero es crucial para la meta a largo plazo de Wolfram Alpha "de hacer que todo el conocimiento sistemático sea inmediatamente computable y esté accesible para todos".

Por ahora, apenas un mes después de su lanzamiento, Wolfram Alpha debería ser juzgado como algo todavía en desarrollo. Ha recibido más de 100 millones de preguntas, según Wolfram, y su equipo de "un par de cientos de personas" ha estado analizando y corrigiendo las fallas del motor.

Un gran reto es adivinar las intenciones del usuario. Por ejemplo, el buscador sólo entiende inglés, pero muchos usuarios abrevian meses en otros idiomas. Asimismo, los aficionados a las matemáticas que desean calcular una derivada (derivative, en inglés) han usado la palabra "derivate", que según Wolfram no existe. Wolfram está dispuesto a hacer que el motor de búsqueda la interprete como tal. La idea de que los estudiantes ni siquiera tendrán que saber que la palabra correcta es "differentiate" (obtener la derivada de), y mucho menos calcular derivadas, es emocionante pero a la vez espantosa para algunos maestros.

"Algunos estudiantes encontrarán formas de hacer que parezca su trabajo cuando no lo es", dice Colm Mulcahy, un matemático de Spelman College, de Atlanta. Mulcahy recalca que Wolfram Alpha funciona en algunos celulares y dice que "la triste realidad es que los estudiantes usan teléfonos celulares en las aulas, más de lo que quisiéramos. Incluso ha pasado durante exámenes".

No todos prevén un cambio catastrófico. "Existen tantas maneras para que los estudiantes eviten hacer el trabajo ellos mismos", dice David Bressoud, presidente de la Asociación Matemática de Estados Unidos. Señala que los estudiantes también podrían usar esos celulares para obtener las respuestas de otros alumnos por mensajes de texto. Además, sitios Web de ayuda escolar ofrecen respuestas de los libros de texto.

Las calculadoras llevaron a algunos a desechar las tablas de multiplicación; las calculadoras gráficas reemplazaron el papel gráfico. El tiempo que antes los profesores dedicaban a la memorización y la computación, se ocupó en los problemas de palabras y razonamiento. Ahora, con soluciones a problemas más complicados al alcance de los estudiantes, los maestros quizás tengan que empezar otra vez de cero.